Las personas mayores (PM) o adultos mayores en Chile son aquellos que tienen 60 años o más. Corresponden al 18% de la población actual y llegarán a 32,9% en 2050. En este grupo etario existe una gran diversidad en cuanto a la salud física y mental, dependencia o independencia, actividad física, ocupación, etc. Al trabajar o cuidar PM, debemos prestar atención a los siguientes aspectos:

Energía: pueden presentar menor necesidad energética que personas adultas, debido a la pérdida de masa muscular (sobre todo en personas más inactivas o con poca movilidad), menor metabolismo basal, baja en efecto térmico de alimentos, cambios hormonales y menor gasto energético de actividad física. Si las PM son físicamente activas el requerimiento energético podría ser más alto y la masa muscular se puede mantener o aumentar, entonces el requerimiento depende de cada PM.

Proteínas: pueden necesitar mayor cantidad, esto es para evitar sarcopenia (pérdida de masa muscular, combinado con pérdida de fuerza o rendimiento físico), siempre en conjunto con ejercicio físico adecuado para cada persona.

Calcio: aumenta el requerimiento porque disminuye la capacidad de absorción después de los 65 años.

Vitamina D: existe menor síntesis de vitamina D a partir de la exposición al sol y una ingesta dietética inadecuada. Los valores en sangre se deben revisar periódicamente con exámenes para recomendar suplementación adecuada.

Vitamina B6: aumenta el requerimiento debido a la menor absorción y las alteraciones en el metabolismo. 

Vitamina B12: desde 65 años en adelante todas las personas mayores deberían suplementarse, por malabsorción secundaria a aclorhidria o atrofia gástrica.

Hidratación: 2 litros de líquido al día para mujeres y 2,5 litros para hombres. Esto puede conseguirse a través de agua o infusiones y a través de preparaciones que tengan alto contenido de agua, como sopas, guisos, etc. Para aquellas personas que no pueden tomar líquido por trastorno de deglución, se puede administrar alimentos licuados o espesados.

Fibra: fundamental una ingesta adecuada de fibra junto con el agua y actividad física para evitar estreñimiento. La fibra está presente en alimentos de origen vegetal como frutas, verduras, legumbres, granos integrales, frutos secos y semillas.

Resulta importante reforzar la toma de exámenes para controlar niveles de vitamina B12 y vitamina D,  y entregar suplementación adecuada por médico/a o nutricionista competente. Para asegurar ingesta de nutrientes, se debe revisar la alimentación actual y fomentar el consumo de una variedad de frutas, verduras, cereales integrales, leguminosas, semillas y frutos secos, adaptando estas recomendaciones a la realidad de cada persona.

Miren Armendariz, Nutricionista especialista en Alimentación Basada en Plantas

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